Según la mitología hindú, todos los habitantes de la Tierra fueron alguna vez Dioses, sin embargo empezaron a abusar de su poder, de modo que el dios supremo, Brahma, decidió desposeerlos de la divinidad y ocultarla en un lugar en el que nunca la encontraran. Alguien sugirió que se sepultara en la tierra, a gran profundidad, pero a Brahma no le gustó la idea. <La humanidad podrá cavar un día hasta encontrarla> dijo. Otro dijo que se ocultara en lo más profundo del océano, <No>, dijo Brahma, <un día la humanidad podrá sumergirse hasta esa profundidad y la encontrarán>. Otro aconsejó que se colocara en el pico de la montaña más alta, pero Brahma contestó: <No, la humanidad podría hallar una forma de llegar a la cumbre y hallarla> después de permanecer un rato paseando en silencio, el dios supremo encontró el lugar ideal para el mayor de todos los dones. <Esta es la respuesta. La ocultaremos dentro del propio hombre, jamás se le ocurriría mirar allí.>
Fuente:
Las 8 Claves del Liderazgo del Monje que vendio su Ferrari. Robin S. Sharma. 2 da Ed. (2002)
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